Casa Hito
La casa se organiza en tres niveles. El nivel 0 alberga las áreas sociales, accesibles para todos, mientras que el nivel -1 ofrece espacios de convivencia más privados para la familia. Finalmente, en el nivel -2 se encuentran los dormitorios y la sala familiar, garantizando la máxima privacidad.
La residencia de más de 1,000 m² está situada en un terreno con una pendiente del 40%, al pie del lago Oeschinensee, en Suiza, un lugar que destaca por su belleza natural y su singularidad geográfica. La ubicación estratégica del terreno no solo ofrece vistas espectaculares del lago y los Alpes Berneses, orientadas al norte, sino que también presenta desafíos significativos para la integración arquitectónica, dado el relieve pronunciado y el entorno protegido
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Casa Hito es una arquitectura circular que se convierte en un símbolo de conexión y continuidad con la naturaleza. Su diseño fluido y orgánico no solo se integra al paisaje, sino que también establece un hito, un espacio único que se fusiona con su entorno y ofrece una experiencia de armonía y introspección. Cada curva invita a vivir en equilibrio, donde la naturaleza y el ser humano se encuentran en perfecta simbiosis.
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El proceso de diseño de Casa Hito comenzó con un diagrama de burbujas, dividido en cuadrantes que se organizaron según la inicdencia solar y las vistas, lo que permitió una distribución eficiente de los espacios. Posteriormente, se desarrolló un modelo volumétrico para explorar las relaciones espaciales. Finalmente, se digitalizó la volumetría utilizando Grasshopper, y el modelo se integró en Revit mediante Rhino Inside, lo que permitió optimizar el diseño y la coordinación con las herramientas BIM para la fase de construcción.
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La elección de materiales para Casa Hito fue cuidadosamente seleccionada para crear una atmósfera cálida y sofisticada que se fusionara con el entorno natural. Se emplearon materiales orgánicos, como la madera, para proporcionar calidez y confort, combinados con acabados modernos en piedra y vidrio, que aportan elegancia y ligereza. Estos materiales no solo favorecen la estética, sino que también buscan un bajo impacto ambiental, asegurando que la casa esté en armonía con su contexto, respetando tanto las vistas como la sostenibilidad.
El reto es lograr una transición fluida entre el interior y el exterior, garantizando una circulación eficiente y una relación continua con el paisaje. Esto implica la creación de terrazas y balcones que aprovechen las vistas, además de una cuidadosa selección de vegetación que refleje el sitio.
El diseño rompe con la volumetría tradicional de las casas de montaña, optando por una geometría moderna y dinámica que fluye con la pendiente. Se buscó maximizar la conexión con el paisaje a través de amplios ventanales y terrazas que permiten disfrutar de las vistas en cada nivel de la casa.